lunes, 26 de mayo de 2014

C18 - !Ay de mí!, que en mal día nací


Ai eu! que mal dia naci,
com tanto mal quanto me vem, 
querend'ũa dona gram bem
que me fez mal des que a vi
e faz e nom s'en quer quitar;
e ora faz-me desejar
mia mort'e alongar de si!

E, mal pecado!, viv'assi
coitad'e sol nom acho quem
se doia de mim! E per rem
mia senhor nom se dol de mim!
E al me faz: se lhe pesar
faz outr', a mim se vem queixar
por en, que culpa nom hei i.

E por gram coita tenh'atal
eu, que sol nom lh'ouso dizer
o gram mal que me faz haver;
e desejo sempre mais d'al
de lho dizer, mais hei pavor
de pesar muit'a mia senhor,
e calo-m'ante com meu mal.

[M]ais rog'a Deus que sab'o mal
que me mia senhor faz sofrer,
que El me fa[ç']ensandecer,
pois que m'outro bem todo fal,
ou morrer, se sandeu nom for,
ca esto me será melhor,
pois que m'ela nem Deus nom val.




VERSIÓN:

¡Ay de mí!, que en mal día nací, con tanta desgracia como me sucede, amando tanto a una dama que desdichado me hizo desde que la vi, y no sé cómo puedo olvidarla, que ahora me hace desear mi muerte y alejarme de ella.

Y así vivo, infeliz, apenado, sin siquiera hallar a la que me desconsuela. Y mi señora, de ninguna de las maneras se aflige de mí, y no sólo eso, que si algún otro le importuna, a mí viene a lamentarse, sin tener yo culpa.

Y por esto sufro una gran angustia que ni siquiera me atrevo a decirle el grandísimo dolor que me hace padecer, aunque otra cosa no deseo sino contárselo, mas tengo miedo de afligirla y antes callo mi desgracia.

Mas ruego a Dios, que sabe la angustia que sufro por mi señora, que me haga enloquecer ya que me falta mi amada, o que muera, si es que no me vuelvo loco, que esto sería lo mejor para mí, pues ni ella, ni Dios, de mí se apiadan.



No hay comentarios:

Publicar un comentario